RELACIONES TÓXICAS
RELACIONES TÓXICAS
Cuando hablamos de relaciones tóxicas lo primero que solemos pensar es en una mala gestión emocional de pareja, pero en realidad este tipo de relaciones se dan en cualquier ámbito social, como puede ser el de una amistad o el familiar. Se trata de relaciones que enganchan, sentimos como que quedamos atrapados en una red negativa de la que nos es muy difícil salir.
El amor es un sentimiento de afecto hacia una persona, un sentimiento inexplicable muchas veces donde las dos personas involucradas se demuestran cariño, respeto, comprensión, confianza; pero si está palabra (AMOR) se convierte en dolor, en lágrimas, en sufrimiento, estamos dando pase a lo que llamamos relaciones tóxicas
Las relaciones tóxicas han sido un problema a lo que varias personas se han enfrentado y últimamente los más afectados de este tipo de relaciones han sido los jóvenes adolescentes, quienes son solo "pequeños polluelos en el mundo del amor" Entonces ¿A qué se debe esto? Si respondemos a esta pregunta probablemente lleguemos a muchas respuestas pero lo principal es la sociedad de hoy en día que si la comparamos con los tiempos de antaño nos daremos cuenta de que hay mucho cambio, los jóvenes adolescentes ahora tienen más libertad y entran en problemas de amoríos sin haber madurado correctamente y sin experiencia alguna.
A lo largo del trabajo exploraremos las distintas clasificaciones o consideraciones subjetivas que pueden recibir las relaciones tóxicas. En algunos casos, las relaciones tóxicas son consideradas como un paso previo de la violencia de género, en otros como una relación normal con problemas puntuales. También hay veces que se consideran las relaciones con violencia de género como un tipo de relación tóxica. Sin embargo, mi intención con este trabajo es plasmar la realidad de las relaciones tóxicas,
La finalidad de este trabajo es contribuir el análisis de las relaciones tóxicas de pareja, en comparación con la violencia de género (sobre la que existen numerosos estudios), tanto factores de riesgo y protección, como el ciclo de la violencia y cuáles son las consecuencias de soportar que te traten mal y aferrarse a alguien que no te valora.
El amor es un sentimiento de afecto hacia una persona, un sentimiento inexplicable muchas veces donde las dos personas involucradas se demuestran cariño, respeto, comprensión, confianza; pero si está palabra (AMOR) se convierte en dolor, en lágrimas, en sufrimiento, estamos dando pase a lo que llamamos relaciones tóxicas
Muchas veces confundimos está palabra, con costumbre; es decir una persona al tener varios años de relación o de convivencia, si durante todo ese tiempo estuvo sometida a este tipo de relación, se le hace ya costumbre lo que su pareja le diga o le hace, se la hace costumbre que esa persona la cele, la maltrate y luego le pida perdón, aunque lo mismo le suceda repetidas veces una persona que está viviendo en una relación oscura no se da cuenta del daño que la están causando.
Una persona tóxica tiene patrones típicos de un egocéntrico como, por ejemplo, el de ser poco empática con relación a lo que piensan los demás. Además, adopta una personalidad narcisista al menospreciar las ideas de los otros.
En cualquier tipo de relación, sea pareja, amigos, familia o compañeros de trabajo, la persona tóxica contaminará con negatividad y baja autoestima a quienes lo rodeen debido a su egocentrismo y narcisismo.
Las personas tóxicas suelen ser también parejas tóxicas. Las parejas tóxicas dominan la relación amorosa, siempre tienen la razón y absorben la vida del otro por completo.
También existen las personas tóxicas pasivas, que ocultan sus patrones con halagos o disculpas. Por ejemplo, la persona puede ensalzar las cualidades creativas de su amiga y al mismo tiempo, considerar que sus aspiraciones a determinado trabajo no son realistas.
Características de una persona tóxica
La característica primordial de las personas tóxicas es su capacidad de inhabilitar el crecimiento de aquellos que le son más próximos. Esto se debe a que siempre están centrados en sí mismos y no son capaces de ayudar a los demás.
Acostumbran a ser el centro de la atención, ya que necesitan de validación constante. Además suelen quejarse, atraer conflictos y culpar a los demás de lo malo que les ocurre. Asimismo, siempre tienen historias increíbles para contar..
Por sobre todo creen que su opinión es la más importante, dominan la conversación y menosprecian o dan poca importancia a aquellos que no consideran que estén a su altura. Por el otro lado, son carismáticos y encantadores con las personas que les puede servir de utilidad por su conocimiento o estatus.
Las personas tóxicas suelen ser egocéntricas y narcisistas. Egocéntrico se refiere a la incapacidad de tenerse a sí mismos como referencia. En psicología, el egocentrismo suele ser un rasgo de una mente infantil que, sin malas intenciones, creen que lo que ellos piensan es lo que los otros piensan.
La característica narcisista puede llegar a ser un trastorno y se refiere a cómo priorizan sus ideas y motivaciones por sobre los otros, menospreciando a aquellos que no son de utilidad para ellos.
¿Qué se considera una relación tóxica?
Si a ratos preferirías no estar con esa persona porque te hace sentir mal, porque tu vibración cambia, porque te alteras hasta puntos que nunca creíste llegar, si te sientes manipulado cuando utiliza los sentimientos de culpa, sarcasmo o ironía para contradecirte, si sientes que no mereces ese trato pero no acabas de poner fin a esta relación, entonces estás atrapado en una relación tóxica.
En definitiva se trata de una relación donde una o ambas partes sufren, más que gozan, por el hecho de estar juntos. Los miembros se ven sometidos a un gran desgaste emocional con el objetivo de convencerse a ellos mismos que pueden salvar esta unión.
Al tratar de acomodarnos a la otra persona lo que hacemos es desvirtuar la realidad ¿En qué sentido? Nos convencemos a nosotros mismos que si no mostramos malestar sobre ciertos aspectos que nos incomodan, evitaremos una nueva confrontación. ¿Pero qué pasa cuando llegamos al autoengaño? Que nos enfermamos física y emocionalmente. No olvidemos que la represión emocional provoca ansiedad y estrés. Por otro lado empiezan los problemas de comunicación, si no nos mostramos como somos ¿cómo nos van a entender los demás?, por lo que todo este conjunto de malestares acaban pasándonos factura.
Las razones por las que podemos mantener una relación tóxica pueden ser muy diversas, pero casi todas tienen una serie de puntos en común, los cuales pasaré a detallar a continuación:
Baja Autoestima
¿Qué es la autoestima? Es un conjunto de percepciones, valoraciones y sentimientos que hacemos con respecto a nosotros mismos. Se considerará baja cuando nuestras creencias estén basadas en no ser merecedores de algo mejor, por lo que en el caso de este tipo de relaciones se tiene la idea de que no podemos estar sin esa persona porque ella es la que siempre ha estado ahí para ayudarnos en todo. Empiezan las preguntas recurrentes como ¿quién me va a cuidar? ¿Quién me va a amar? ¿Quién me va a animar a seguir adelante?
Creer que somos la solución a sus problemas
Por el contrario podemos tener la sensación de que nosotros somos salvadores de esa persona, que podemos calmar sus malestares y conseguir que vea la realidad desde otro punto de vista idóneo para ambos. Se fantasea con el hecho de que hemos llegado a su vida para hacerlo cambiar, que con nosotros la cosa será diferente. Esto provoca mucha frustración y mucho sufrimiento, ya que hemos basado nuestra relación en unas expectativas poco reales, en vez de basarla en el aquí y ahora.
Si bien es verdad que se pueden cambiar rasgos de personalidad en la otra persona, esto sólo sucederá cuando ésta esté dispuesta a cambiarlos y no antes. Por lo que el deseo de mejorar la vida del otro no tiene que significar que el otro la quiera mejorar, es ahí donde se produce la frustración. No podemos cambiar el entorno, pero si la actitud con la que nos enfrentemos a él.
Yo soy la víctima en esta historia
Llegamos a creernos las palabras hirientes que nos dicen y pensamos ¿quién nos va a querer más que él/ella? Si tan mala persona soy y no me merezco nada, ¿cómo voy a dejar esta relación con la suerte que he tenido de dar con alguien que si me aguante? Ese miedo a quedarnos solos y pensar que tenemos lo que merecemos, es lo que acaba siendo más limitador. Una vez más aparece la inseguridad.
Dependencia Emocional
Tratamos de suplir carencias afectivas, pretendemos que el otro nos de lo que nosotros mismos no somos capaces de gestionar. Esta sensación en ocasiones nos lleva a mendigar cariño y es cuando empiezan los desencuentros emocionales.
Miedo a quedarse solo
Quizás esta sea la característica más común, ya que por miedo a no quedarnos solos toleramos cualquier tipo de relación, aunque ésta nos haga sentir mal. Pero lanzo una pregunta al aire ¿no es peor la sensación de estar sólo aun estando acompañado?
No hemos de confundir soledad con desolación, la soledad es un estado en el que la persona encuentra la paz interior, la desolación es sentir esa carencia de no estar acompañado de alguien que consideramos nos aporta lo que nosotros no sabemos gestionar.
Miedo a lo que está por venir
Otras personas se acomodan dentro de esta relación, por mucho malestar que les aporte, por miedo a seguir adelante con su vida y abrir nuevos caminos. Es lo que supuestamente se conoce como Zona de Confort o Seguridad, aunque en este caso es una seguridad ficticia.
¿Cómo gestionar una relación así?
Trabajando la autoestima, estableciendo límites al malestar y aprendiendo a comunicarse asertivamente.
Una cosa está clara, el amor no es malestar, ni dependencia, ni miedo, es libertad y satisfacción. Si no sentimos eso, entonces no es amor.
No somos conscientes de que creencias como “el amor es para toda la vida” o “el amor supone una lucha” nos afectan en el instante mismo en que decidimos establecer un vínculo con alguien. Inconscientemente, nos atamos, tenemos miedo, poseemos y nos poseen y nos volvemos esclavos de un valioso sentimiento.
¿Cuántas veces hemos escuchado “eres mío y yo soy tuya”? Aún nos queda mucho para conseguir salir de esa creencia de que el amor es poseer a la otra persona. El amor libre muchos lo pueden considerar como que ambos integrantes de la relación puedan tener otro tipo de relaciones o acercamientos con terceras personas. Nada más lejos de la realidad.
Nunca tenemos que atarnos a nadie, porque el amor no asfixia; las relaciones tóxicas sí. Con el tiempo, notarás cómo la ansiedad se hace presente en tu vida y no sabrás por qué, hasta que tomes distancia y veas desde otra perspectiva el vínculo que mantienes con la otra persona.Tenemos que tener nuestro espacio, no podemos apegarnos a la otra persona como si fuese el único motivo para nuestra existencia. La libertad no implica que nos vayan a traicionar, que nos vayan a engañar. Este es un miedo y si iniciamos una relación con miedo no estamos sentando una base sana para que pueda fluir naturalmente.
Excelente información buen trabajo sigue así
ResponderBorrarMuchas gracias!!!
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